Conversando con Ihosvany Hernández González, sobre su nuevo poemario…


Llega la primavera y con ella asoma desbordante la poesía, para anidar en el alma del poeta nuevos colores, donde sombras y luces se conjugan para dar paso a los versos. Hoy de poesía y equilibrio se trata esta entrevista, que nos concede desde Canadá el poeta y escritor cubano Ihosvany Hernández González, quien desde hace ya un tiempo tiene a ese país como su hogar de residencia.

Ihosvany publicó recientemente bajo el sello editorial Publicaciones Entre Líneas, su poemario “El equilibrio de las cosas”, que justo hoy sale a la venta a través del sitio web de la casa editorial: www.publicacionesentrelineas.com
 
A continuación les dejo la conversación virtual con el poeta…

Cuándo sientes la necesidad de escribir poesía, o cómo llega a ti esta inquietud literaria.

Con toda exactitud no lo sé. Aunque supongo que esta necesidad de escribir ―y vamos a hablar aquí de escribir poesía―  llega a mí como a tantos otros: al leer buena poesía, al descubrir o leer los autores o poetas que muchos conocemos, empezando por los nuestros, los cubanos.

Claro, esto sería ya después de los 20 años de edad, más o menos. Es decir, que casi empecé un poco tarde. No he sido niño ni adolescente prodigio. Mi atracción por las letras no fue a temprana edad.

A la poesía yo todavía le sigo buscando sus porqués. Y me gusta, claro que me gusta, como me pasa con la música y el buen tiempo, sobre todo si es soleado, teniendo en cuenta que vivo en un país donde siempre hay bastante frío y nieve, y los días de sol escasean.

Pero volviendo a la poesía, como todo, o casi todo, uno acaba imitando un poco a todo aquello que le llama (demasiado) la atención. César Vallejo, Lorca, Miguel Hernández, Antonio Machado, Neruda…

Claro, con el tiempo se le da otra vuelta al asunto, y se torna el trabajo diferente. Se empieza a tomar un poco más de conciencia en el asunto. Y uno se cree un poco poeta cuando logra algo de aceptable poesía. El resto del tiempo uno se inquieta por tratar de seguir escribiendo poesía, y cuando no sale, entonces ya no se siente poeta.

Aunque cuando pienso en “la poesía”, digo que es algo que a ratos yo mismo ni sé explicar (al detalle). Pero la siento como mismo siento la necesidad de vivir. Y con las mismas ganas que tomo un vaso de agua o un café recién colado, me siento a escribir poesía. Porque me gusta, porque un día comencé a hacerlo y ahora no puedo evitarlo, aunque quisiera; porque que he intentado ya varias veces olvidarme de ella, pero qué va, regresa a mí. Talentoso o no, pero regresa a mí el subconsciente y escribo o esbozo algunos versos para deshacerme de ellos a los pocos meses si no me convence.

Yo no puedo decir que yo desde que era niño o adolescente tuve inclinación por la literatura o la poesía. Nada de eso brotó en mi ante de los diecinueve o veinte años de edad. Yo creo que llegué algo tarde al juego. Pero aquí estoy, tratando de vivir a mi manera. Porque indudablemente, como a muchos les ha de suceder: soy feliz cuando acabo un poema que valga la pena.

Qué puede encontrarse el lector en “El equilibrio de las cosas”.

En El “Equilibrio de las Cosas” el lector de poesía pudiera encontrar el desgarro de un poeta medio desenfrenado. En parte, hay aquí una poesía hecha en apuros. Aunque hay otros tantos poemas escritos con calma, ¡y con alma también!

Este es un libro escrito y pensando, en su totalidad, en prosa. Aunque no todo es prosa.

Después de varios intentos de hacer poesía en su forma convencional, puse en marcha la edificación de un tema en general: La Felicidad. Pero el tema se fue confundiendo con otros y al final mi propuesta es un estado de éxtasis ante cada provocación de la idea.

El resto de las valoraciones se las dejo al lector de poesía.

Con relación a tu poemario anterior, consideras que hay alguna diferencia en cuanto a estilo y contenido.

Con relación al poemario anterior, “Verdades que el tiempo ignora”, y éste nuevo libro de poesía hay, ¡no faltaba más!, enormes diferencias en cuanto a estilo y quizás contenido; aunque en el fondo uno sigue siendo el mismo poeta.

Ha pasado un poco el tiempo desde que se editó aquel primer poemario. En ese primer libro decidí reunir aquellos poemas que fui publicando en formato digital en varias revistas literarias. Elegí los poemas salvables, y escribí algunos nuevos. En realidad fueron muy pocos. Pero eran, y son, los que yo quería salvar.

Ahora, en este segundo libro, “El equilibrio de las cosas”, todo en él fue hecho con otro sentido. Lo escribí a partir del título, y luego fui agregando poemas que ya tenía hechos un par de años antes y que quería también salvar.

Pero en esencia, este segundo libro lleva mejor sombrero.

Qué género te complace más como escritor, la narrativa o la poesía y por qué.

Entre los géneros poesía y narrativa, el que me complacen más es… Creo que la novela es algo que persigo hacer y no lo logro. Me es muy difícil tener una novela que sirva. Quizás amo más este género que el otro. Pero también me complace la poesía. Lo que pasa es que escribir novela se me ha convertido en una meta, una obsesión. Admiro a todos aquellos autores que escriben novelas, y que lo hacen bien. Yo creo ese es uno de mis grandes problemas: la novela que no tengo.

Cuáles son los poetas tanto clásicos o contemporáneos que piensas que han podido influir en tu poesía, si hay alguno.

No quisiera mencionar lista de poetas que uno ha ido leyendo o conociendo desde que se interesó por este género, hay varios y casi todos o todos conocidos. Todos me interesan, unos más que otros. Pero al final todos son interesantes y necesitamos de ellos para seguir en este ejercicio constante de escribir.

De los poemas que conforman este poemario de “El equilibrio de las cosas”, cuál o cuáles representan algo especial para ti.

De todos estos poemas que conforman el libro “El Equilibrio de las Cosas”, creo que en su conjunto todos representan algo especial para mí. Leo el libro como una conexión de un estado emocional a otro. He intentado separarlos, pero qué va, el libro pierde su fuerza. Necesito tenerlos a todos unidos. Pero déjame advertir de la especial emoción que vivo al volver a poemas como: Diagonales 1993, Poema a una casa familiar (salido todo él a partir de un verso de Sonia Díaz Corrales), Uno Sabe, o, Elemental.

Cuáles son tus planes literarios a corto plazo.

A corto plazo tengo en puro plan literario seguir escribiendo cuando puedo. Poesía sobre todo, y ojalá y me baje una luz enorme para poder ofrecer una digna novela. Porque como dice el propio Baudelaire que hace rato me acompaña: L’Art est long et le Temps est court.

 
Ihosvany Hernández González


Ya casi al final de mi conversación con este poeta que prefiere los días de sol y no el frío o la nieve, quise preguntarle su opinión sobre la Isla que le vio nacer: Qué es Cuba para ti.

Sabes, yo veo a Cuba como un problema sin solución, una pena que acude al alma. Pero también veo a Cuba como la tierra en donde un día de invierno nací, y otro día de verano salí definitivo. Pero además es el lugar donde recientemente ha fallecido mi padre, una muerte que nos agarró a todos por sorpresa, y con un dolor incurable aguanto la noticia. Cuba es además la tierra donde ha quedado mi madre, a quien, como mucho la amo, extremadamente como todo buen hijo la amo, le dediqué, de este loco y desequilibrado poeta: El Equilibrio de las Cosas.

En fin, Cuba es nuestro origen. Y a ella volvemos en la idea o en el viaje.

Suerte Ihosvany con tu nuevo poemario, que llegue a las manos de los lectores ávidos de disfrutar la poesía… “La mesa ya está servida; que lleguen los comensales”

Pedro Pablo Pérez Santiesteban
Publicaciones Entre Líneas

 

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